ESCENAS Y PERSONAJES EN HOMENAJE A LEOPOLDO MARECHAL
“…ustedes creyeron que la invención del personaje había concluido. No es así…Obedecí una vez más,…y mis triunfos de oratoria no tardaron en hacerme subir uno a uno todos los escalones del Olimpo Oficial.
Una noche, mientras esperaba a los invitados que me acompañarían a una ceremonia oficial, quedé profundamente dormido en un sillón de mi residencia…Cuando el secretario entró al frente de mi comitiva…se acercó…y me tocó el hombro: entonces ante sus ojos espantados, frac y galera cayeron sobre el sillón, vacíos, ¡totalmente vacíos! En su larga operación de aniquilamiento, el Personaje había cruzado las fronteras del ser con el no ser…”
Adán Buenosayres Pag 509-510. La biblioteca Argentina/Serie Clásicos. Ed Clarín
¿ No somos esto, al fin y al cabo?
…de engordar la anatomía de la cual se duda
que la habite un alma.
Enfermera!, traiga la chata y corra el balde.
¿Quién es Ud. para indagar los vericuetos de mi conciencia?
A falta de piano bueno son los órganos.
…ejecuta un pedorreante Concierto Brandemburgués.
Me susurraba constantes demandas de amor.
Estalló el grito: Yo la maté! y la mosca verde
dejó de zumbar ante mis ojos.
Sopló el pampero y….
… la polvareda roja ocultó el entrevero
de la mujer y el bruto.
Lo amo!, lo amo! pero hoy, entierro este romance.
Quién te ha dicho che pebete
que pasó el tiempo del firulete.
Dios, la gula se ha entronizado en mis entrañas.
Me comí un borreguito de dos dientes con mucha grasita
Rompa fila y muestre el plato.
Lamehueso, chupasalsa.
Compositora de roturas y rompedora de integridades.
Lo dice La Brecha. La plusvalía es tu sangre, hermano.
…les robé su tiempo de hombres ¿ Entienden?.
Por no dar el último suspiro
permanece en trance a la inmortalidad.
No todo es oro infiel a su destino.
Postulantes mayores de treinta años, ABSTENERSE.
Se acerca Dios en pilchas de loquero
Y ahorca mi gañote con sus manos sarmentosas
y mi canto se enrosca en el desierto.
Piedad! ( de «Molino Rojo»)
Superhembras que torcieron
e hilaron el vellón de la melancolía.
Desde una poltrona voladora observa
los infiernos de esta tierra mientras en su órbita gira
la bola del ojo.